sábado, 15 de diciembre de 2012

VALKIRIA

Detenés
               el carro guerrero
y dejás de lado el casco inspirador;
mirás abajo
                 y arrullás
                              para adentro
                       al ser que te habita.

No hay guerras
ni frios.

               Sostienes
con tus ingles
                   al globo misterioso;
sentís la sangre,
                        se multiplica,
y entonces el número es dos
antes
          las dos espadas
               dos laureles
ahora eres
                doble piel y pulso,
y cuando llegue la hora
                 el agua abrirá tu puerta
y en ese diluvio
                      dejarás
una nueva vida
                    a la intemperie.

I

Él,
    del otro lado,
                         te tiende la mano
y amamanta
                  la leche visceral,
escucha tus latidos
                       y te pare madre.
                     

                   
            

domingo, 26 de agosto de 2012

Grupo NIEBLA, Salta-Argentina
Les invito a disfrutar el siguiente tema.

martes, 21 de agosto de 2012

HOMENAJE AL POETA JESÚS RAMÓN VERA

Les paso el siguiente texto que está en el libro Bermejo del poeta Jesús Ramón Vera, palabras que hace tiempo escribió otro enorme poeta: Walter Adet.... tan vigentes para la poesía salteña como para aquél que quiera escribir poesía, como dice el poeta "el arte es, y ha sido siempre, mas implacable y despiadado que la vida"

Al final del texto los invito a escuchar al grupo Niebla que tocó este sábado pasado en La Musa, el tema que interpreta es Vidala para mi Sombra.


POEMAS DE SUFRAGIOS
Jesús Ramón Vera quiso que estas líneas no fuesen más que una conversación entre nosotros, tan informal como su libro, impreso en boletas de sufragio.
Pero no hubo nunca “votos en blanco” en nuestros diálogos nocturnos; en esas guarderías o aguantaderos transminados, con hombres que ven caer del puente su camino.
Autor de SUBSUELO en 1983, Vera incluye aquí cuatro poemas de esa primera entrega y acentúa la magia y el misterio en su búsqueda. (Yo conocí su indignación ante muchos “colegas” ansiosos de prestigio, con páginas que claman urgentes eutanasias)
Sus poemas están entre los que mejor consiguen subsistir, ganarse la vida más dignamente que otros en la provincia. Pero rehuyendo siempre acentos lacrimosos y negándose a salvarse por la “vía húmeda” del olvido.
Acaso porque sabe que la poesía es humilde oficio, pero que es también el roce de la mano con la vigilia; que es la fricción contra la tabla oscura.
Ahondar hasta la larva del ser, o demorar más de la cuenta en un poema; tardar en él, para no darnos tan pronto con la agonía de otra gestación.
Puesto que todos somos un oficio encarnado sin elección posible desde que obra el destino. Unos columnas de catedrales y palacios y otros ese roído pilar de albañilería doméstica en las cocinas. Grande o pequeño el hombre pero fugaz en todos los casos, a fin de cuentas.
Mientras parece guiarlo por instinto un consejo “exagerar lo esencial y dejar deliberadamente vago o ambiguo lo accesorio”. Acorralado por una necesidad expresiva que lo desborda, a veces, porque en él es más fuerte la pasión que el conocimiento y que el más refinado instrumental.
¿Con qué razón medirlo metro en mano, entre otros de su misma generación? Séame permitido no obstante señalarlo, mientras él nada dice de sí mismo ni de su amor ante una frase.
Es que la poesía tiene sus secretos de alcoba y es púdica y celosa de sus vigilias en la noche, cuando nos entra un sueño que “no deja dormir”
Cuando está el hombre anticipándose al mañana y una almohada es la alfombra de sus futuros pasos por el mundo.
Vera percibe lúcido y crispado la emanación del tiempo en sus arterias. ¿Oscuro algún poema? Puede ser, pero siempre código descifrable por hombres de su misma pulsación.
Tan opuesta la suya a esas conciencias de goma de borrar, palpables en otros escritores; en muchos que si le quitan el espesor de un dedo a su tamaño, desaparecen.
Por él y algunos pocos la juventud salteña advierte que los impulsos altruistas no se convierten por sólo su nobleza en poesía. Que hace falta algo más. El arte es vida, pero ¿no es también artificio, que es decir capacidad de creación?
Mientras empiezan a cundir entre nosotros críticos de obras malas o mediocres, como restauradores de tumbas… ¿Quién les dirá que hasta el agua bendita puede ser gasolina rociada sobre ciertos ataúdes, cuando el sepulturero toma medidas drásticas?
Pero Vera se abstiene de opinar y quisiera mostrarnos con un ejemplo que un poema finalizado a tiempo, sigue, que no termina; que acabado en su punto cabal, no tiene fin.
Y aprende y nos recuerda que el gran poema no es un impulso repentino sino la reunión de muchos pequeños hallazgos, puestos en una sola dirección.
Hay en él notas negras y crispadas porque amenaza el tiempo con su acumulación de años baldíos, entre bibliófilo que olvidan ver en cada hombre a un incunable.
Sabedor de una vez y para siempre que quien se dice “estoy de vuelta” es porque comenzó a retroceder.
Hombre contaminado de sí mismo y alucinado. Consciente de que el arte es, y que ha sido siempre, más implacable y despiadado que la vida.
WALTER ADET
Salta, julio, 1989




jueves, 19 de julio de 2012

Lectura en la casa del Faraón, Movimiento Cultural la Cocina de Gómez. Invierno-Salta-Argentina.


domingo, 12 de febrero de 2012

Declaración

Que decir de vos si me tenés atado a tu cintura, al aire de tus cabellos y a todo lo que significa tu nombre.
Ya hace dos pares de años que nos conocemos y es como si fuera que toda la vida te hubiera llevado dentro.
Recuerdo que cuando comencé a caminar y a sentir tu perfume me presentaste a Jordi, a Manel, a José Antonio, a Pedro, a Sandra y bueno…. dejo nombrar los amigos porque con todo el tiempo que ha pasado seguramente cometería un error al olvidarme de algunos.
Pero nuevamente, qué decir de vos si cuando trato de describirte mis manos no ven las horas de hallar la manera de orientarse hacia el punto exacto, los sexólogos dirán el punto “G” yo, en cambio, diré que tu punto son todos los puntos y es eso lo que me atrae de vos.
Me hablaste en catalán, al principio me pareció un poco duro y difícil poder comprenderte pero con el tiempo aprendí a escuchar el sonido de tus palabras; sé que sería en vano intentar esbozar una palabra en tu idioma porque me gusta más el fuego de tu lengua que la lengua de tus palabras. Nunca podría decirte “t’estimo”, me sabría mal porque te amo.
Decir de vos… nada…. es quedarme sin palabras, atragantármelas y no poder sacar ni una sola sílaba. Recuerdo que cuando caminaba por la Rambla hacia el mar te contaba del barrio Maravilla de la calle que me lleva hasta chocar con la cancha de aviación y te decía que después está el monte, el agua limpita y el Bermejo. Vos me hablabas del Poble Sec y de la casa de Serrat, del pijoaparte y del barça.
Mientras conversábamos la calle se poblaba más y veíamos cómo los restaurantes de la zona vomitaban la limpieza de sus veredas, el agua sucia se iba orilleando el cordón de la calle y se perdía junto con las sobras por uno de los huecos del canal subterráneo, el sol era un ademán en una mañana d’hivern, no nos importaba e íbamos, yo abrazado a tu cintura y a tu nombre. Después, cuando te dejaba en el puerto para que te llevaran las gaviotas a dar vueltas por ese cielo gris, me daba vueltas y regresaba sin saber que te tenía pegada en mis suelas.
Claro, ahora no te acordás porque no te sentís bien, lo entiendo. Me dirás que soy un desagradecido, que me aproveché de vos, que no supe ver lo que realmente sos y que por eso te abandono. Pero yo sé que no faltará ese alguien que te haga sonreir porque sos irresistible.
Te digo que me voy pero es como que no me fuera porque siempre te voy a tener conmigo, leeré tus poemas, añoraré pasar otro Sant Joan en las arenas de la Barceloneta y ni hablar que extrañaré los veranos en Premiá de Mar. La arena fresca mojándose con el tibio oleaje, el rumor de la gente yendo y viniendo augurando el fin del ritual unas horas más tardes cuando a gatas, preso del letargo y el verano, levantamos la toalla y emprendemos la huida hacia la casa de ensueño.
Qué decir de vos… nunca te olvidaré porque te amo Barcelona, te llevo puesta en mi piel y t’estimo.

En el invierno más frío, Barcelona, 2012.







domingo, 5 de febrero de 2012


LECTURA DE POEMAS EN CINCÓMONOS, CONCELL DE CENT 283, BARCELONA, INVIERNO DEL 2012.
A cargo de José Antonio Arcediano de la Revista Parlada del Aula de poesía de la Universidad de Barcelona.  Poemas de Ricardo Iván Paredes, Sandra Pareja y Eduardo Atilio Romano



El escritor José Antonio Arcediano presentando la actividad literaria.


   Ricardo Iván paredes leyendo sus poemas


Sandra Pareja leyendo sus poemas y aquí les transcribo algunos.
QUIEN NO ERES
Taxistas, artesanos, luchan por la palabra
piensan que la dominan, intrusos
chamuyero es una excusa futil, excesiva
Discursos excesivos,
disfrazan la amabilidad o ¿son todos chorizos?
Porteño, como insistes que te llamo,
no digas a una PPera que Portugal está mejor, que ustedes bancan la crisis,

Peruano, norteño, como quieras,
no digas a tres vascas que viva la madre patria
la ironía no tiene gracia si detrás hay ignorancia
librero, no me preguntes como junté la plata para venir
el mundo entero nadie puede detener, ni un poeta la palabra, ni un vendedor un precio
Amé Europa Rica
de vuelta, pero nunca vine, o me olvidé

Subteando voy subteando vengo pero tuve que ir en avión,
memorias del subte, radicalizándome en el metro, ese metro plácido, pulido, con planes,
presupuesto, propósito
el subte, tren nacional, evitandolo, añorandolo.
el colectivo colecciona monedas, los micros mandan, son el primer mundo.

Barajas, parada por excelencia y por impulso.
Pensé que solo los ejecutivos tomaban el ave, pero cuando los remedios son pocos, las excepciones muchas
Pensé que en España los escritores eran muchos y los lectores pocos, pero a las 7 de la mañana, cada pasajero impar tiene la cabeza agachada,

Dije no decir, pensé en pensar, pero nada de eso vale en el viaje.
Puedes participar sin moverte
cuando interrumpes es una escala,
cuando afirmas, el despegue, cuando dudas, el aterrizaje.
pero hay a quien no le gusta volar, ni hablar.



Tríptico

1. Nuestro azar

Bienvenidos

Es un dia frío de Carnaval


La lengua escupió la palabra amor

En un código que dibujamos

Incendiamos las cartas

Y barajamos los puentes

Y nunca nos caerá en el olvido
Esta noche ardiente

2. Death of design
Renacimiento por fuera

Eregido con ladrillos

Que alojan ideas o fantasmas

Un pasado de cúpulas, cornisas

Vidrio imposible
Un tiempo incierto de letras desligadas

Y formas extrañas

Derrumbando los por qués
Fachada tras fachada

Aprueba un apocálipsis jamás previsto