domingo, 25 de octubre de 2009

AIRE PURO

AIRE PURO

Marzo, año doscientos después del gran cataclismo. Texto grabado con sangre en la memoria todavía activa. Parámetro de vida, desconocido... grabando.
Los peces se adaptaron al nuevo ambiente, a su cerebro lo desarrollaron rápidamente y ya no hacen chapuzones rápidos para refrescarse un poco en las aguas para así poder ganar un tiempo más y estar en la superficie, tampoco no piensan en lo peligroso que es el mar; ahora las aguas se aquietaron y todo se está deshaciendo en las profundidades. Sólo hay unos pocos seres y están totalmente irreconocibles, son víctimas que encontraron la muerte y una tumba de miles de metros de profundidad.

El también en la superficie tiene un tenue color gris, un gas sutil se esparce por todo el planeta y los peces en su esfuerzo por vivir fuera de las aguas desarrollaron un órgano que les hace filtrar el aire, todavía tóxico, por la boca y también expulsarlo. Así ya no es necesario sumergirse en las aguas.

Antes que suceda todo eso, la gran explosión había hecho lo suyo con la superficie, primero devastó todo lo que se hallaba en pie y después la radioactividad penetró en cada partícula de vida ,y más tarde los gases se condensaron en las alturas, y aunque esto no favorecía del todo, dio lugar a que nuevamente se gestara vida.

Ahora los eternos habitantes marinos se habían adueñado de la superficie y están provistos de una espina dorsal fuerte. El efecto del desastre y de los rayos del sol han mutado su coleta en dos fuertes huesos sobres los cuales podían sostenerse, y caminar. Las aletas dieron lugar a un par de extremidades con una palma uniforme y cuatro dedos. Esta característica los hacía especiales para este nuevo tipo de vida. Mantenían sus labios gruesos y ojos vivos, también se alcanza a observar que están provistos de imperceptibles elementos que dan la idea de pequeñas pestañas. La cabellera, como la conocía la anterior civilización, no existe sino que ahora es una pequeña rugosidad que cumple ese papel, es un cobertor repelente a las grandes dosis de rayos gamma y X que circundan el planeta. Poseen una masa craneal parecida a los de mis creadores.

Las plantas tienen unos bellos gruesos por donde succionan sus alimentos de la corteza a la cual están adheridas (chupan pequeños microorganismos y agua), genéticamente no son las mismas, tienen un componente en la base de su raíz que procesa los alimentos y desatomiza el agua, es un aparato digestivo potentísimo, fruto del querer vivir. Algunas están más evolucionadas hasta el punto de girar el tronco y las hojas. La capacidad de reproducir hizo que poblaran rápidamente este territorio, pues se reproducen por medio de las semillas que ellas mismas lanzan desde sus ramas y flores a todas direcciones. Condensaron el ambiente con un aire mas puro, y los gases fueron ganando espacio fuera de los confines de este sistema.
Los mares y ríos sólo agrupan a las plantas y peces menos desarrollados que todavía perviven, y que están destinados a desaparecer.
Todos los otros animales que moraban a lo largo de los inmensos valles, montañas, llanuras y polos han desaparecido completamente, no quedó vestigio de raza alguna. Ni quedaron huellas de sus huesos. Los que soportaron el ataque únicamente fueron las infinidades de cajas de plástico y metal, memorias electrónicas que tenían un margen de vida de doscientos años y que eran renovables si así lo querían sus propietarios. Hoy están humeantes, también sin vida. lograron llegar al límite de su capacidad, eran eternas pero este ambiente las destruyó.


Los nuevos supervivientes del planeta recolectaron todas las cosas que tenían radiación y las llevaron a lugares alejados de su hábitat e iniciaron estudios para la descontaminación de las aguas; ellos habían hecho caso a esos seres que le habían visitado miles de veces, seres que habían hechos sus bases en el fondo del mar. Seres para unos malignos mientras que para otros no buscaban más que el bien de todo lo que constituye el espacio infinito; los peces fueron los únicos que lo acogieron con agrado. Las criaturas de la superficie, en cambio, buscaban el enfrentamiento y la aniquilación de éstos que venían de las estrellas. Ellos les habían entregado los secretos de la existencia y de la evolución.

Sólo había algo, un terrible temor en estos nuevos habitantes. Aunque se habían sellado todas las escapatorias y escondrijos, cabía una mínima posibilidad de que se escaparan unas cosas terribles desde el interior de la corteza hacia la superficie, ahora en proceso de cambio y purificación. Estas habían sobrevivido a la catástrofe también; seres abominables que se apegaron a la vida en las peores condiciones. Tenían un par de garras afiladas, una cabeza muy dura, dientes que podrían despellejar de un bocado cualquier cosa que se moviera, en sus ojos no había luz, ya la habían perdido incluso cuando estaban afuera, en la superficie. Ellos fueron los factores de su propia destrucción y aniquilación; su nueva vida los había hecho encorvados y oscuros. Del coxis de estos se alargaba una cola que lo adherían más a la tierra... se observa....

Memoria activa en su función mínima..... no se puede recoger más datos. Es necesario poner fuera de función...... para realizar una autorecarga solar....... y ....... se reanudara la bitácora de viaje.
Eduardo Atilio Romano, barcelona, 2009.

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