sábado, 28 de noviembre de 2009

EL HUMO DEL OLVIDO

EL HUMO DEL OLVIDO
al poeta Santiago Silvester
DESHORA
No observo los pasos
‭ ‬acercarse a mi calle,


el perfume de los cabellos
‭ vaga por otros campos;

sólo queda el recuerdo de los días

guardados en el fondo

‭ ‬de un reloj sin tiempo.



II
He mirado el reloj:

‭ ‬sus manecillas
‭ ‬y horas marchitas.

Está detenido‭
en la hora perfecta

‭ ‬3‭ ‬A.M.
y dibuja el amor
‭ ‬ deshaciéndose.


POEMA

He tirado lo último
‭ que quedaba de vos,


lo llevé junto al muro
‭ ‬que todos los días baña la mar


y allí ahogué
‭ ‬todos los recuerdos.


INVENTARIO
Ha quedado sola la casa.

Los muebles están huérfanos:

‭ ‬La cocina busca que alguien
‭ ‬le encienda la llama,
el lavarropas está
‭ ‬sin jabón
‭ ‬ sin agua
y sin posibilidad de lavar las miserias.

La heladera vacía
‭ ‬se quedó sin luz,
ya no más comida al otro día
ni la leche de la mañana.

La cama desnuda muestra‭
que está roto el amor.


EL HUMO DEL OLVIDO
Abandoné nuestro lecho a su suerte
lo dejé solo en medio de la noche,

sé que tendrá frío
y que el viento de la madrugada
congelará las noches que dejamos
‭ ‬entre las sábanas.

Después el sol
quemará todo‭;

el humo del olvido
‭ ‬se esparcirá por el viento.



NAVIDAD
El tiempo
‭ ‬se encargó de poner sus flores‭;
flores muertas,
también puso la estrella fugaz
‭ ‬y el olvido
en la punta del árbol.


Eduardo Atilio Romano,‭ ‬Barcelona,‭ ‬2009.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Textos sacados del herrumbre del tiempo

POEMA


Escribo y por la ventana entra una luz que se mete por todos los rincones del ático, la luz que me hace falta, esa luz que mantiene vivos todos los elementos en la casa. Hoy 16 de ….. Bueno la verdad que ya no importa; trato de escribir algo para decir todo lo que siento. Pero no me sale nada, nunca he sido bueno para decir palabras bonitas, rebuscadas, y menos, palabras con tacto, palabras que lleguen a lo hondo.

Tampoco a vos pude decirte muchas cosas hermosas… quizás haya sido lo mejor, y si aún querés escuchar palabras llenas de amor, leé a poetas como Neruda, Vallejo, Cernuda, Salinas, Castilla; hay tantos… que valen la pena leerlos, sería un buen comienzo. Ellos si han alcanzado a sacar las cosas que tienen adentro. Mi lucha diaria con el papel es casi insostenible. No alcanzo a escribir una palabra. El frío que me invade de afuera y el que llevo adentro me entumecen los dedos, aunque no congelan mis neuronas me es difícil sacar cada imagen, cada pensamiento.

Te diría que siguieras a tu corazón, que fuera él tu guía como lo ha sido para mí. Este corazón que late convulsivamente cuando te ve, nunca supo explicarte lo importante que eras para él. Pensó en tus gustos, administró el tiempo para verte y disfrutar con vos aunque no supiera dar una décima de sí. Sonrió de ratos: al verte nadar en la playa, al caminar por las tardes. Compartió de tus alegrías y de tus sueños, pero siempre muy interiormente porque no sabía demostrar eso que se siente por alguien y que uno no sabe lo que es. Será amor? La verdad que hasta me resulta una palabra que no va con todo esto. Conocemos el Amor? Algún día lo conoceremos? Tampoco creo que lo conozcamos y no habrá día para el amor, solamente conocemos ese leve reflejo de lo que es el Amor. Si lo conociéramos no estaría todo tal como está, no abría guerras entre nosotros, ni engaños, ni mentiras, no destruiríamos ciudades enteras en nombre de nuestro amor. Ni los poetas del amor lo conocían mirá si lo conoceremos nosotros, que no somos más que dos terribles criaturas que no saben porqué están aquí y ni porqué se encontraron para volver a desencontrarse. En fin, quería escribir un poema con palabras de amor pero sólo quedan: el latido, las tardes apagándose, el ruido del mar, una melodía hermosa que escuchábamos, el caminar de la gente y este ritmo constante de la vida.



CUENTO

El hombre cae pulverizándose
igual que la torre,
esparce sus restos
de arena y sangre.
La criatura piensa en cómo le duele la vida
y espera auscultar alguna razón para seguir
y poder rejuntar los trozos.

¿Qué se puede decir cuando las razones ya no lo són?
Cuando todo está caído y quebrado
es inútil volver a casa
y decir “que todo marcha bien”
que la vida sonríe.

Entonces Él escribe cartas
una a sus hijos diciéndoles que los ha amado
otra a los caminos del mundo
y hay una carta, un poema que le espera,
logra poner un Te Amo
pero su nombre ya es imposible.


Eduardo Atilio Romano, Barcelona, 2009.