domingo, 12 de febrero de 2012

Declaración

Que decir de vos si me tenés atado a tu cintura, al aire de tus cabellos y a todo lo que significa tu nombre.
Ya hace dos pares de años que nos conocemos y es como si fuera que toda la vida te hubiera llevado dentro.
Recuerdo que cuando comencé a caminar y a sentir tu perfume me presentaste a Jordi, a Manel, a José Antonio, a Pedro, a Sandra y bueno…. dejo nombrar los amigos porque con todo el tiempo que ha pasado seguramente cometería un error al olvidarme de algunos.
Pero nuevamente, qué decir de vos si cuando trato de describirte mis manos no ven las horas de hallar la manera de orientarse hacia el punto exacto, los sexólogos dirán el punto “G” yo, en cambio, diré que tu punto son todos los puntos y es eso lo que me atrae de vos.
Me hablaste en catalán, al principio me pareció un poco duro y difícil poder comprenderte pero con el tiempo aprendí a escuchar el sonido de tus palabras; sé que sería en vano intentar esbozar una palabra en tu idioma porque me gusta más el fuego de tu lengua que la lengua de tus palabras. Nunca podría decirte “t’estimo”, me sabría mal porque te amo.
Decir de vos… nada…. es quedarme sin palabras, atragantármelas y no poder sacar ni una sola sílaba. Recuerdo que cuando caminaba por la Rambla hacia el mar te contaba del barrio Maravilla de la calle que me lleva hasta chocar con la cancha de aviación y te decía que después está el monte, el agua limpita y el Bermejo. Vos me hablabas del Poble Sec y de la casa de Serrat, del pijoaparte y del barça.
Mientras conversábamos la calle se poblaba más y veíamos cómo los restaurantes de la zona vomitaban la limpieza de sus veredas, el agua sucia se iba orilleando el cordón de la calle y se perdía junto con las sobras por uno de los huecos del canal subterráneo, el sol era un ademán en una mañana d’hivern, no nos importaba e íbamos, yo abrazado a tu cintura y a tu nombre. Después, cuando te dejaba en el puerto para que te llevaran las gaviotas a dar vueltas por ese cielo gris, me daba vueltas y regresaba sin saber que te tenía pegada en mis suelas.
Claro, ahora no te acordás porque no te sentís bien, lo entiendo. Me dirás que soy un desagradecido, que me aproveché de vos, que no supe ver lo que realmente sos y que por eso te abandono. Pero yo sé que no faltará ese alguien que te haga sonreir porque sos irresistible.
Te digo que me voy pero es como que no me fuera porque siempre te voy a tener conmigo, leeré tus poemas, añoraré pasar otro Sant Joan en las arenas de la Barceloneta y ni hablar que extrañaré los veranos en Premiá de Mar. La arena fresca mojándose con el tibio oleaje, el rumor de la gente yendo y viniendo augurando el fin del ritual unas horas más tardes cuando a gatas, preso del letargo y el verano, levantamos la toalla y emprendemos la huida hacia la casa de ensueño.
Qué decir de vos… nunca te olvidaré porque te amo Barcelona, te llevo puesta en mi piel y t’estimo.

En el invierno más frío, Barcelona, 2012.







domingo, 5 de febrero de 2012


LECTURA DE POEMAS EN CINCÓMONOS, CONCELL DE CENT 283, BARCELONA, INVIERNO DEL 2012.
A cargo de José Antonio Arcediano de la Revista Parlada del Aula de poesía de la Universidad de Barcelona.  Poemas de Ricardo Iván Paredes, Sandra Pareja y Eduardo Atilio Romano



El escritor José Antonio Arcediano presentando la actividad literaria.


   Ricardo Iván paredes leyendo sus poemas


Sandra Pareja leyendo sus poemas y aquí les transcribo algunos.
QUIEN NO ERES
Taxistas, artesanos, luchan por la palabra
piensan que la dominan, intrusos
chamuyero es una excusa futil, excesiva
Discursos excesivos,
disfrazan la amabilidad o ¿son todos chorizos?
Porteño, como insistes que te llamo,
no digas a una PPera que Portugal está mejor, que ustedes bancan la crisis,

Peruano, norteño, como quieras,
no digas a tres vascas que viva la madre patria
la ironía no tiene gracia si detrás hay ignorancia
librero, no me preguntes como junté la plata para venir
el mundo entero nadie puede detener, ni un poeta la palabra, ni un vendedor un precio
Amé Europa Rica
de vuelta, pero nunca vine, o me olvidé

Subteando voy subteando vengo pero tuve que ir en avión,
memorias del subte, radicalizándome en el metro, ese metro plácido, pulido, con planes,
presupuesto, propósito
el subte, tren nacional, evitandolo, añorandolo.
el colectivo colecciona monedas, los micros mandan, son el primer mundo.

Barajas, parada por excelencia y por impulso.
Pensé que solo los ejecutivos tomaban el ave, pero cuando los remedios son pocos, las excepciones muchas
Pensé que en España los escritores eran muchos y los lectores pocos, pero a las 7 de la mañana, cada pasajero impar tiene la cabeza agachada,

Dije no decir, pensé en pensar, pero nada de eso vale en el viaje.
Puedes participar sin moverte
cuando interrumpes es una escala,
cuando afirmas, el despegue, cuando dudas, el aterrizaje.
pero hay a quien no le gusta volar, ni hablar.



Tríptico

1. Nuestro azar

Bienvenidos

Es un dia frío de Carnaval


La lengua escupió la palabra amor

En un código que dibujamos

Incendiamos las cartas

Y barajamos los puentes

Y nunca nos caerá en el olvido
Esta noche ardiente

2. Death of design
Renacimiento por fuera

Eregido con ladrillos

Que alojan ideas o fantasmas

Un pasado de cúpulas, cornisas

Vidrio imposible
Un tiempo incierto de letras desligadas

Y formas extrañas

Derrumbando los por qués
Fachada tras fachada

Aprueba un apocálipsis jamás previsto